La información es de Las Noticias de Malleco (Neimar Claret Andrade)
Un grupo de seis encapuchados armados, atracaron, en horas de la tarde de este martes, al contratista Angolino Alex Olave, mientras regresaba, junto a sus trabajadores, de instalar un sistema de agua potable rural en la comuna de Collipulli.
La empresa que él tiene es prestadora de servicios relacionada con la instalación de agua potable rural, que era lo que estaba haciendo, el pasado martes en la comuna de Collipulli.
De acuerdo con la versión formulada por el afectado, habían terminado la jornada a las 18:30 de la tarde, así que iba, junto a seis trabajadores, por el camino de regreso y como a tres o cuatro kilómetros de la zona urbana de la Collipulli y en las cercanías de la comunidad José Miguel Carrera, se encontraron con unas piedras atravesadas en el camino, lo que los obligó a detenerse y, de inmediato, tres encapuchados armados se pusieron frente al vehículo y otros tres por los costados.
A los ocupantes de las dos camionetas (una de su propiedad y la otra de uno de sus trabajadores), los hicieron descender de los vehículos de malos modos y los obligaron a subir a todos juntos en el pick up de una de las camionetas, al parecer para volver a las instalaciones, “con la intención, nos imaginamos, de quemar todo, así es como operan ellos; en algún momento de la conversación, de la amenaza que le hacen a los muchachos, me preguntan que cuánta gente queda, entonces les dijeron que como 20 personas”.
Esto no se ajustaba a la verdad, pero al parecer, el inesperado número de hombres los disuadió de sus intenciones. “Ellos pensaban que éramos trabajadores forestales porque cerca de donde nosotros estábamos trabajando, igual hay faenas forestales”. Ante esto les pidieron que se bajaran del pickup, los obligaron a entrar en el bosque y se llevaron los dos vehículos que, junto con la maquinaria que traían están avaluados en alrededor de 30 millones de pesos.
Una de las camioneta es marca de origen chino y la otra marca Hyundai, una de las cuales pertenecía a uno de sus trabajadores quien aún la está pagando.
DISCONFORME
“Para uno que no es un megacontratista sino un contratista chiquitito —se lamentó Olave— eso es mucha plata; dimos aviso a Carabineros y de allí es que viene un poco mi disconformidad con el sistema”.
En ese sentido indicó que salió a la carretera y divisó una patrulla de Carabineros a quienes contó lo sucedido, pero ellos le dijeron que tenía que formular la denuncia en la 2° Comisaría de Collipulli, hasta donde se trasladó. “Después de esperar como 10 minutos a que un Teniente terminara de hablar por teléfono, termina de hablar por teléfono y me dice no, que la denuncia no tengo que hacerla aquí, que tengo que hacerla en Villa Curaco”.
El afectado contó que le dijo un par de cosas irreproducibles por medios públicos y luego, frustrado, se fue a Villa Curaco. “Lo que pasa es que todo ese tiempo precioso que son las dos primeras horas en que tienen tiempo de reaccionar, de encargar el vehículo, de hacer alguna gestión de inteligencia, se perdieron; no pasó nada y terminaron a las 9 y media, 10 de la noche tomándole declaración a la gente y nada más que eso, no salió nadie a buscar ninguna camioneta, a hacer un control, a encargar a la CENCO tal o cual cosa, nada”.
A su modo de ver, “pasa un atentado y nunca hay resultados; nunca hay resultados porque nuestra policía de cierta manera es inoperante y tampoco tienen los recursos para ser operantes, pues en el Retén de Villa Curaco donde hicimos la denuncia, hay una patrulla antigua, no apta para recorrer caminos rurales, -no puede andar en el campo-, ya obsoleta, cualquier persona se les arranca y no pueden cumplir con su función de resguardar a la ciudadanía, que eso es lo que uno espera de Carabineros”.
PREOCUPACIÓN
A su modo de ver el sistema se ocupa de otras cosas, la situación por la que pasa en La Araucanía no tiene visibilidad. “Somos la región más pobre del país, yo ahora ¿qué tengo? Tengo 17 trabajadores, ¿qué me va a tocar hacer? Con el dolor de mi corazón… es que no puedo seguir, vengo de una crisis social súper complicada que estaba todo mal, que no me habían pagado, vengo a esta otra pega y me pasa esto y ahora van a quedar 17 personas sin trabajo, sin su fuente laboral”.
Este miércoles fue a interponer la denuncia ante la Policía de Investigaciones con la esperanza de recuperar los vehículos y a buscar una audiencia con el gobernador de Malleco, Juan Carlos Beltrán para ver en qué lo pueden ayudar las autoridades, sobre todo con sus trabajadores que tanto le preocupan.
“Con esas inquietudes —reconoció Alex Olave— a uno se le aprieta el estómago y no sabe qué va a pasar con uno como empresa y todo y además hay un daño que no es para nada menos importante, que es el daño psicológico que sufre la gente, pues son momentos en que está tu vida en juego”.
Foto: Archivo